viernes, 3 de diciembre de 2010

La inteligencia Emocional

Es muy frecuente la preocupación de los padres porque sus hijos sean inteligentes, obtengan buenos resultados académicos y sean valorados en todo aquello que realicen en la vida. Cuántas veces no habremos oído de bocas de padre orgullosos frases como: "mi hijo ya sabe hacer.....", "Mi hijo saca muy buenas notas", "Mi hijo es ......"
Todo eso está muy bien pero, ¿Que hay de la inteligencia emocional? ¿Sabemos trabajarla con nuestros pequeños?

Desde la escuela infantil se empieza ya a trabajar, poco a poco, y adaptándose a la edad de los pequeños con pequeños recursos que los niños son capaces de interpretar. Por ejemplo: hacemos con cartulina, cartón u otro material un rostro que por un lado está sonriente y por el otro está triste, lo colocamos en un lugar visible de la clase para poder utilizarlo ante determinadas acciones de los pequeños. Los niños serán capaces en breve de diferenciar las conductas correctas de las incorrectas.

Actualmente, psicólogos, pedagogos y demás profesionales de la educación se empiezan a preocupar por la gran olvidada Inteligencia Emocional, pues será decisiva en aspectos muy importantes de la vida.

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